renuncia de Juan Martín del Potro al repechaje de septiembre en la Copa Davis y las condiciones en las que la hizo conocer cayeron como un baldazo de agua helada en las entrañas de la Asociación Argentina de Tenis. “Nada cambió, sino que empeoró”, sentenció el número 5 del circuito por intermedio de un comunicado. Arturo Grimaldi, presidente de la AAT, se encontró obligado a reunirse de urgencia con la mayoría de los integrantes del consejo directivo (en funciones hasta 2017, ante la falta de una lista opositora en las últimas elecciones) y convocar una rueda de prensa para tratar de espantar cualquier sensación de estatismo institucional e inacción. “Debo actuar con autoridad, sensibilidad, pero ser muy claro. No es de mi agrado estar acá, pero ha habido situaciones que han provocado que deba dirigirme a todos. No estoy para polemizar ni confrontar”, fueron las primeras palabras de Grimaldi, con tono complaciente, en uno de los salones del Buenos Aires Lawn Tennis Club, atiborrado de periodistas y dirigentes, menos el vicepresidente ejecutivo Héctor Romani (de vacaciones), uno de los principales sostenes de Martín Jaite como capitán del equipo.
Grimaldi se refirió a la primera carta enviada por Del Potro, en noviembre pasado, en la que el jugador blanqueó, con fuertes conceptos, su distanciamiento con la AAT y el cuerpo técnico de la Davis. “Le envié dos mails, lo llamé dos veces y le envié un mensaje de texto, sin tener contestación. En consecuencia, decidimos contestar el comunicado en forma conciliatoria, marcando principios, pero dejando abierto el canal del diálogo”, dijo el presidente, por momentos visiblemente incómodo ante la audiencia. Y decidió dar detalles sobre algo que consideró que se trataba de un avance en el vínculo: “El año pasado tuve un primer diálogo informal en la UCA con Franco Davin (entrenador de Del Potro), hablando sobre tenis. Posteriormente, en el Tenis Club Argentino tuve dos charlas informales con Franco y en una de ellas me comunicó que Juan Martín iba a jugar una exhibición en Montevideo; decidí ir allá, lo vi practicando, en un cambio de lado se acercó, estuve conversando amablemente, lo invité a comer en mi casa en el Uruguay, me dijo que se volvía a Buenos Aires, pero creí que estábamos encauzando una relación. Me fui al Carrasco Club, vi la exhibición, me fui al VIP, esperé un rato largo, apareció Franco y de sus palabras me enteré de que Juan Martín no quería conversar. Igual me quedé tranquilo, contento, porque había una forma distinta de conversar. Esto terminó en el comunicado de ayer [por anteayer], que claramente me descolocó. No lo entiendo del todo. Ése es el resumen, porque parecería que la Asociación no hizo nada y no es así (…). No sé por qué Juan Martín dice que la situación empeoró. No lo sé. No lo puedo contestar”.
Diversos fueron los temas que se arrojaron sobre la mesa con mantel verde oscuro en el club house del Baltc. El presidente dijo que nunca pensó en renunciar pese al momento ingrato que está viviendo el tenis nacional. Repitió que Jaite posee contrato con la AAT hasta el 31 de diciembre, que el ex top ten “desde el primer día puso su renuncia a disposición”, pero que no observa causas por las que debería salir del cargo. “No creo que Juan Martín pida la cabeza de nadie”, añadió. Pidió tener certezas tras un comunicado “un poco vago”. Dijo no haber podido confirmar los cánticos en contra del tandilense por parte de los propios tenistas en el vestuario del Parque Roca luego de la victoria ante Alemania en 2013. Y, especialmente, se mostró irritado con las versiones que indican que un grupo de hinchas con relación con algunos dirigentes -más precisamente con Romani- e integrantes del cuerpo técnico fueron quienes, en forma intencionada, silbaron a Del Potro tras las semifinales perdidas con la República Checa en 2012 y entonaron cantos contra su figura después de la derrota frente a Italia en Mar del Plata. “Si el entorno de Del Potro cree que Romani lidera a los que cantaron en su contra, no puedo creerlo y lo desmiento. Si tienen la certeza, justifica este comunicado. Si pudiera corroborar eso, tomaría serias medidas. Pero sé que la situación va en contra de Romani y de su problemática diaria por un presupuesto acotado que tiene la AAT. Es como suicidarse. Lo desmiento. Ojalá que el entorno de Juan me muestre esas pruebas”, aseveró, imponiendo la voz.
Una vez terminada la conferencia de prensa de aproximadamente 30 minutos, se produjo el siguiente diálogo entre Grimaldi y la nacion, en otro de los salones de uno de los clubes más emblemáticos del país.
-¿Pone las manos en el fuego por todos los dirigentes de la AAT sobre la falta de complicidad con este grupo de hinchas?
-Totalmente sí.
-¿Y del cuerpo técnico?
-Totalmente sí, totalmente, totalmente.
-El equipo de la Davis está en una situación incómoda, deberá jugar un repechaje por no descender y sin Del Potro pierde en lo deportivo. ¿Se le cruzó por la cabeza prescindir de Jaite para que regresara Del Potro?
-Juan Martín lo ha manifestado en el comunicado, que no saca ni pone capitanes. Nunca pidió algo parecido a eso, no tuvo pedidos económicos, ni de otros aspectos que podrían llamarse privilegios. Jamás. Siempre ha sido una persona transparente.
-¿Pero a usted le consta que está enfrentado con Jaite?
-Sí, me consta que hay un distanciamiento, pero no creo que ésa tenga que ser una razón para no jugar la Copa Davis. Y si eso es una razón para no jugarla, que venga, que se junte conmigo y conversemos. Es la única manera con la que puedo buscar soluciones. Si no hace eso, es complicado.
-Está claro que el mayor perjudicado es el tenis nacional. ¿En algún momento se podrá abrir una puerta?
– No sé, pero lo vamos a intentar. Siento una gran impotencia. No puedo entender que con mi personalidad no haya encontrado el mecanismo para acercarme a Juan y transmitirle mi buena fe para buscar consenso. Pero tiene que haber dos partes, yo solo no lo puedo hacer. Algunas de las cosas que yo hice él no las consideró como pasos hacia adelante. Tuve un conjunto de acciones que hice durante 15 o 20 días para tratar de buscar un acercamiento y un diálogo.
-Jaite dijo que había puesto su renuncia a disposición. ¿Usted evaluó aceptarla para tratar de descomprimir una parte del conflicto con el jugador?
-Del Potro nunca lo pidió. No lo consideré necesario. Por varias razones. Porque el capitán y el subcapitán cumplen funciones que van más allá de la Davis y nos ayudan en el Desarrollo del tenis. Y después porque más allá de una disidencia no son razones para no jugar la Davis. Nunca pensé que una falta de entendimiento con el capitán pudiera dejarlo afuera. Nadie dice que sea amigo del capitán. Simplemente, formar un equipo y pelear por el mismo objetivo. Tendría que evaluarlo y tomar una decisión sabiendo lo que él piensa y quiere.
-Pero conociendo las diferencias, ¿cree que Del Potro se sentiría a gusto en el vestuario?
-Bueno, ¿pero no sería necesario que él dijera ?juego' para yo tomar decisiones? ¿No sería más lógico que se sentara y hablara, así nos entendemos? Y yo no tendría que suponer. Yo tengo que tener la certeza, no solamente de que no quiere a Jaite sino también de que va a jugar. Me parece una cuestión de sentido común.
Se suman los capítulos en torno al conflicto que involucra a la mejor raqueta del país, a la Asociación y al capitán. Mientras, el único que sigue perdiendo es el tenis.